Cuentos del 2001 de una casa de señoritas VI

DON MANOLO ARAÑA :

” Un cirio a Dios y otro al Diablo”

Ya aludía a la cuestión en un precedente capitulo de los “ cuentos del 2001” a esta casa de chicas que era: “ Buenas y Divertidas”. Por lo que a mi respecta, pienso tener las cosas bastante claras. Lo que hagan la Nadiuska, la Pepa, la Gloria – en una palabra las fulanas de la casa – no es ningún ejemplo a seguir y a recomendar.
Ahora, lo que es todavía menos decente es juzgar, criminalizar y hasta satánizar a estas mujeres y a “ su trabajo” unicamente y exclusavemente por el trabajo en si mismo. Tengo, yo, muy claro que la gran mayoría de estos “jueces” ( defensores de una moralidad barata) son unos perfectos hipócritas dignos del mejor sepulcro blanqueado del Evangelio.
Me estoy recordando ahora mismo que, por casa de la “ calle del marqués de Fumanchu”, de tanto en cuando,venía un cliente que era el perfecto modelo de esta clase de caballero con dos cirios en cada mano. El de la mano derecha para ofrecer (no faltaría más) la vela a Dio.. Y la de la izquierda para el Di..
Cuando,don Manolo Araña,iba a visitar las chicas de “Buenas y Divertidas” por regla general era por el atardecer y ya entrada la oscuridad.Incluso asi, necesitaba cambiarse los lentes por otros de sol y ponerse boina y bufanda – aunque que fuera en plenp mes de agosto – por tal de no ser reconocido e identificado por los vecinos. El era un hombre discreto. No un payaso como aquel pobrecito chalado que salió por la tele pregonando a los cuatro vientos que era : “ Macho, Hidalgo y Putero”.
Don Manolo tenía más juicio.
Cuando iba a “Buenas y Divertidas” para que la Pepa le diera masajes (a él no le interesaban estas porquerías de francés,de griego o de ruso si bien,quien más quien menos, sabe que, el 90% de los masajes que se daban en “Buenas y Divertidas”,solían terminar con un francés o dicho más científicamente con una felacio ) nadie debía enterarse.
Las chicas y Angelines lo sabian. Conocían las pequeñas manías de este buen cliente de la casa que se dejaba sus ahorros de tanto en cuando. Y como por el dinero baila el perro, mucho cuidado que ante todo el negocio es el negocio. No todos los días viene un cliente como Don Manolo Araña director principal del Banco de los ” Santos Angelitos “:
Un caballero muy respetable dentro el circulo de las personas distinguidas de “Los Condes de la Marina”; que, como presidente d’unes varias obras sociales y benéficas , declaraba negro sobre blanco, encima de los periódicos y revistas, que “ la prostitución y las prostitutas eran una autentica vergüenza humana”.
Las ordenes de Angelines para las visitas, de Don Manolo Araña, eran estrictas y sin opción a réplica y comentario de ninguna clase.
Nada de ruidos y la boca bien cerrada. ¡ Que no entren moscas !
Eran ordenes y recomendaciones más que justificadas por parte de unas mujeres que se ganaban el pan da aquella manera. Pero con todos mis respetos a su respetablidad Don Manolo Araña – con sus precaucionses y dísfraces fuera de lugar – era un verdadero farsante.